Ruth S. Contreras Espinosa
Dra en Multimedia,
Profesora e investigadora, Universidad de Vic.
Mi proceso de integración en España no fue sencillo. Yo llegué a vivir a Barcelona en el año 2001, una fecha clave si se toma en cuenta que no existía la cantidad de extranjeros que hay actualmente en el país.
Los primeros meses fueron complicados ya que tuve que aprender catalán para entender la señalética, las noticias o las clases que recibía en la universidad. Además, enfrenté el choque cultural y el duelo migratorio una vez que decidí quedarme definitivamente, paralelamente a los diferentes desafíos que se pueden dar en el día a día de un profesional.
Pero en este sentido, la red social que construyes a tu alrededor constituye un aspecto muy importante para integrarte y esto es lo que a mí me ayudó a crecer tanto a nivel personal como profesional. La llegada y permanencia en un nuevo país supone un gran reto en general, pero también puede llegar a servirnos como la ocasión perfecta para conocernos en profundidad, explorar nuestras debilidades y fortalezas, y sobre todo, para tener la posibilidad de “reinventarnos”. El proceso no es fácil, pero trae extraordinarias experiencias y momentos.