Rosa Angela Galindo Zarco
Arquitecta, Maestra en Arte y Arquitectura,
Empresaria y diseñadora de interiores.
Nací en Xochimilco, rodeada de tradiciones arraigadas, vegetación floral y color que dejé cuando mi familia inició una serie de movimientos dentro de México. Me habitué al cambio.
En el 2005 vine a estudiar a España el Máster de Arte, Arquitectura y Espacio Efímero (UPC de Barcelona). Los cuatro primeros años en España fueron un periodo de revolución en mi vida: desarrollo intelectual y personal; tomar la decisión de quedarme; hacerme residente y convertirme en mujer migrante, enfrentando los trámites administrativos para integrarme y continuar mi vida profesional y personal en España. Igualmente, tuve que enfrentarme al duelo migratorio y absorber el significado pleno de mi decisión de quedarme en España.
Cuando tuve la felicidad de ser madre, la experiencia me dio un gran impulso para definir mis objetivos personales y profesionales en este país. Inicié el proceso de homologación de mi título; obtuve el carné de conducir y consolidé el aprendizaje del catalán. Sin la homologación, las oportunidades profesionales eran limitadas, pero con el objetivo de reunir los fondos para establecer una empresa, acepté trabajar en tres lugares diferentes a la vez. Al final logré la homologación del título.
En el 2014 fundé con mi esposo una empresa de diseño de interiores, Designers in‐home. Le siguió un estudio‐showroom, muy reconocido en Lleida. En el 2020, la pandemia nos obligó a cerrarlo, pero con toda la experiencia acumulada en diseño empezamos a trabajar en forma “on line” e híbrida. Designers significa para mí: ilusiones, gran dedicación, búsqueda y encuentro de soluciones, mucho aprendizaje y sueños logrados. Actualmente tengo que decidir cómo mantener mi empresa al día; quiero dedicar más tiempo a mi vida familiar y personal, e iniciar nuevos proyectos, uno de los cuales está dedicado a mujeres.
Quiero crear puentes, redes y espacios para las mujeres migrantes que lleguen a Lleida. A dos décadas de mi llegada a España, pocas cosas han cambiado en materia de discriminación, racismo y burocracia. Los problemas que me encontré siguen vigentes y algunos se han acentuado y/o normalizado.
Viendo como las mujeres que han emigrado -entre ellas mi mamá-, se embarcan en el proceso de integración, me impresiona la valentía, fortaleza y empoderamiento con la que toman la decisión de salir de su país e iniciar una vida en otro lugar. Creo que aquí en España, pocas mujeres migrantes necesitan ser empoderadas, pero la actitud de las instituciones puede ser más igualitaria y respetuosa reconociendo que las mujeres migrantes tenemos mucho que contribuir a la sociedad que nos acoge.