María Dolores Hernández Mosqueda,
Fundadora del proyecto ENCIDEM (Enlace de ciudadanas del Mundo).
Soy mexicana, originaria de la Ciudad de México y en vías de obtener la titulación de Trabajo social. Vivo en España desde el 2014 y tengo dos hijos.
Salir del país que amas y dejar tus raíces, no siempre es fácil; menos aun cuando hay que salir por situaciones de emergencia, como en mi caso. Salí huyendo de la violencia de género que viví en México, buscando asilo en España.
Al llegar me preguntaba con angustia: “¿y ahora qué hago?”. Por fortuna, mis hijos y yo logramos acogida en un centro de protección en Catalunya. No hablábamos catalán ni conocíamos a nadie, pero empezamos a compartir el espacio con otras mujeres sobrevivientes de violencia de género y a aprender el idioma. Venía con un desgaste general y, al principio, no me pasaba por la mente que podría llegar a integrarme en España. Todo me parecía más difícil de lo que era. Hasta que logré enfrentar la realidad y darme cuenta de que tenía que salir del bloqueo y empezar a vivir esta nueva oportunidad. Me dije: ¡Por algo estoy viva! ¡Mis hijos y yo nos merecemos volver a sonreír!
Hoy me reconozco mejor, con mayor fuerza e iniciativa. Me percibo con más opciones que limitaciones. Hago voluntariado en Cruz Roja y he retomado mis estudios universitarios. Además, soy fundadora y coordinadora del proyecto ENCIDEM (Enlace de ciudadanas del Mundo) que está enfocada a dar servicio y atención a las necesidades de las mujeres migrantes en las áreas de acompañamiento, formación, empoderamiento, y emprendimiento. Identificamos oportunidades de trabajo y ayudamos en la regularización de la comunidad migrante en situación irregular. Trabajamos de cerca con las autoridades para facilitar la atención a las mujeres migrantes que viven en España. Participo en foros, reuniones, seminarios y charlas sobre temas de cambio social en políticas públicas en áreas de migración, extranjería, educación y empleo. También ofrezco talleres donde se trabaje la perspectiva de género desde la igualdad.
Vivir fuera de México me ha hecho ver que por muy difícil que sea la vida, siempre se puede sumar al cambio social desde donde nos encontremos. Aunque estoy en España, deseo que todas las mujeres mexicanas busquen su bienestar y no permitan que alguien venga y las silencie. La vida merece ser bien vivida, solo hay que decidirnos a decir: “ya no más”.